Fatiga adrenal: ¿Qué es y cómo hacerle frente?
Cada vez más personas padecen de un cansancio o fatiga que ni con descanso ni dedicando las horas de sueño indicadas de forma diaria se logra controlar. La fatiga adrenal, también conocida como deficiencia suprarrenal, es un padecimiento que puede incluso provocar la muerte si no es detectado a tiempo.
Se define como una forma leve de insuficiencia suprarrenal por estrés crónico, por lo cual las glándulas suprarrenales no logran producir la cantidad de hormonas que se necesitan para que la persona se encuentre en un estado físico óptimo.
Sus síntomas principales son:
Fatiga o debilidad
Dolor en el abdomen
Pérdida de peso
Hipotensión ortostática
Deseo de consumir alimentos salados
Hiperpigmentación cutánea
Las glándulas suprarrenales son órganos en forma redonda que se encuentra sobre cada riñón. Se encargan de regular muchas de las actividades de nuestro cuerpo y lo preparan para responder al estrés. Cuando se presenta una situación de estrés o tensión suele sentirse una sensación de presión en esta zona.
De hecho, secretan una serie de hormonas que preparan a nuestro cuerpo para responder a situaciones de estrés, como la adrenalina, la noradrenalina, cortisol y la cortisona.
Es importante mencionar que estas glándulas se encuentran estimuladas por la actividad del sistema nervioso simpático, que se activa cuando hay el cuerpo debe responder a una situación de peligro.
La fatiga adrenal se podría identificar como una forma de la enfermedad de Addison con la diferencia de que, si puede corregirse de forma natural, sin necesidad de terapias hormonales ya que la causa es generalmente una disminución de la actividad adrenal por alguna deficiencia nutricional y por la acumulación de sustancias químicas y metales tóxicos en el organismo.
Pero analicemos las principales causas más a detalle:
Estrés en exceso: el estrés emocional o mental puede ser un factor importante ya que cualquier exceso de estrés puede agotar las glándulas suprarrenales. En el caso de los niños, la estimulación excesiva es otro motivo. Otros factores de estrés son el ruido y la contaminación tecnológica.
Deficiencias nutricionales: cuando el cuerpo se somete a estrés, la necesidad de nutrientes es mucho mayor. Cuando hay un exceso de carbohidratos en la dieta o cuando hay deficiencia de proteínas, las glándulas suprarrenales sufren estrés. De igual forma cuando el agua que se consume es baja en minerales ya que se presenta una baja oxigenación de los tejidos.
Las glándulas suprarrenales necesitan nutrientes como son las vitaminas del complejo B, vitamina A, C y E así com o minerales como el manganeso, el zinc, cromo y selenio. Desafortunadamente los alimentos que provienen de la tierra ya no contienen los mismos minerales de años atrás, además de que padecimientos como la intolerancia al gluten o a la lactosa puede afectar la absorción de nutrientes en el organismo.
Metales tóxicos y sustancias químicas: todos los días nos exponemos a una gran cantidad de sustancias químicas en el ambiente, en los alimentos, en los productos de limpieza del hogar o incluso en los productos de belleza. De igual forma los medicamentos libres de receta y el exceso en el consumo de antibióticos, son precursores de la acumulación de toxinas en el hígado y otros órganos de nuestro cuerpo.
Las pautas por seguir en un tratamiento para combatir la fatiga adrenal son las siguientes:
Una dieta rica en vegetales, principalmente cocidos y proteína de alta calidad nutricional como pescado o salmón.
Consumir agua rica en minerales, idealmente de dos a tres litros diarios.
Una dieta rica en vitaminas y minerales, en caso necesario recurrir a la suplementación indicada por un especialista.
Actividad física moderada.
No privar al organismo de ocho horas de sueño diarias y de periodos cortos de descanso durante el día.
Meditar, mantener una actitud positiva y dedicar un tiempo al crecimiento espiritual, ya que la intención es buscar el bienestar y el equilibrio en todos los aspectos.
Padecimientos como la fatiga adrenal pueden ser una llamada de atención, para aprender a escuchar a nuestro cuerpo y brindarle el cuidado, así como corregir nuestro estilo de vida. Aprendamos a ser perceptivos a nuestros síntomas, atendamos lo antes posible y siempre con la ayuda de un profesional actualizado.